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VIVIDOR
Nota de la autora: Aunque esta serie esta ligeramente relacionada con la serie La obsesion del multimillonario, se sostiene por si misma y puede empezarse sin leer la serie La obsesion del multimillonario. Sin embargo, habla de un romance torrido con un millonario alfa, asi que salteselo si no le gustan el romance erotico ni el lenguaje explicito.
2018 LITERATURA Y FICCION ROMANTICA
Desde el momento en que ambos entramos en el ascensor de la planta baja de Walker Enterprises supe que la deseaba, pero ni siquiera sabia como se llamaba. Fue rapidisimo; mi pene infrautilizado se puso duro como una roca en cuestion de unos instantes, cosa que no habia ocurrido en el ultimo ano aproximadamente. Aquella reaccion capto toda mi atencion. Era poco habitual en mi. Simplemente, yo no era asi. <
No necesitaba beber. No necesitaba hierba. No necesitaba... Joder, no podia decir exactamente que ya no necesitara a las mujeres, pero el deseo de forjarme mi reputacion en Walker excedia por mucho el deseo de tener sexo. <
Bien lo sabia yo. Habia pasado por eso. Lo presenti casi de inmediato, pero no importaba. Por alguna razon, yo la tenia calada bajo ese camuflaje y me la imaginaba desnuda, retorciendose extasiada mientras yo la jodia contra la pared del ascensor. Vaya si sentia curiosidad por saber exactamente de que secretos no queria que se enterase nadie. Era una mujer con curvas, pero nadie lo diria por la manera en que su chaqueta informe le cubria los pechos y la mayoria de lo que yo ya sabia que era un trasero torneado. Su cabellera de ebano era larga, espesa y muy sexy. Lo sabia por el enorme mono que formaba sobre su nuca. Joder, era una mujer despampanante que necesitaba muy poco maquillaje con su piel lechosa y sin imperfecciones. Habia hecho todo lo posible para quitarle importancia a sus atributos fisicos. Sin embargo, yo parecia no hacer otra cosa que fantasear sobre todos y cada uno de ellos. Estaba mirandola descaradamente, pero ella me ignoro por completo, aferrandose a su maletin y mirando al frente, como si ni siquiera se hubiera percatado de que estuviera de pie justo a su lado. <>, me pregunte. <
En aquel momento, estaba actuando a nivel primitivo; caramba si no queria perseguirla y conquistarla, hacer que me viera. Era diferente y eso me gustaba. Estaba centrando su atencion en algo mas importante para ella que cualquiera que subiera en el ascensor en ese preciso instante. <>, me pregunte. Sin duda, su actitud me tenia intrigado por saber donde tendria la cabeza en ese momento, porque decididamente no parecia estar estudiando a la gente que la rodeaba. Entiendo que la mayoria de nosotros intenta aparentar que no esta mirando a los demas pasajeros; es algo que hacemos disimuladamente. Pero ella, no; estaba en su mundo. Yo observaba como salia la gente cada vez que se detenia el ascensor a medida que ascendiamos lentamente hasta la ultima planta del edificio. Este hizo un alto en cada piso hasta llegar a las ultimas plantas, que correspondian a las oficinas ejecutivas. Lo sabia porque mi despacho estaba en la ultima planta. Para ser sincero, he de admitir que hacia bastante desde que una mujer ignoraba mi presencia completamente. Sobre todo cuando se enteraba de que yo era Sebastian Walker, socio multimillonario y copropietario de Walker Enterprises junto con mi hermano Trace. Yo lo admitia sin engreimiento. Solo es un hecho. Cuando un tipo tiene tanto dinero como yo y aun no ha llegado a los treinta, la mayoria de las mujeres lo ven como un buen partido.
Me habia ocurrido desde que cumpliera los dieciocho, hacia casi diez anos. Sin embargo, puesto que ahora llevaba casi un ano trabajando en Walker con mi hermano Trace, la mayoria de las empleadas de nuestras oficinas aqui, en Denver, conocian mi reputacion, o quizas deberia decir mis viejas actitudes. Aquello hacia que muchas de ellas guardaran las distancias, lo cual me parecia bien. Sinceramente, creo que las que ya no intentaban engancharme eran bastante inteligentes. Yo no era precisamente muy amigo de tener relaciones formales. Era un vividor, un fiestero que nunca se habia tomado en serio el trabajo hasta que tuve que crecer e invertir mi dinero en la empresa con Trace. Ahora que habia vuelto a comprar en la corporacion de mi difunto padre, estaba completamente comprometido, dedicado en cuerpo y alma a Walker Enterprises. Por desgracia, me precedia mi reputacion y todavia eran muy pocas las personas que se habian dado cuenta de que era un hombre reformado. Bueno... de acuerdo... reformado no era la palabra mas precisa para resumir mi transformacion. Seguia siendo el mismo tipo rico que nunca ha visto la pobreza y que en realidad no sabe como es ser normal. Pero renuncie a colocarme y a ser un vividor profesional. Demonios, ya casi nunca bebia, en muy raras ocasiones, lo cual me convertia en alguien sumamente aburrido para muchas mujeres. Pero estaba demasiado ocupado, la verdadera razon de por que ya no era un vividor. Durante el ultimo ano mas o menos, ni una sola mujer habia conseguido desviar mi interes de los negocios desde que me asociara con Trace en Walker Enterprises... hasta aquel dia. Tenia que demostrar lo que valia, labrarme un lugar en la empresa, pero eso se me daba bien.
Tenia un proposito: ser alguien valioso para Walker y aligerar un poco la carga de mi hermano mayor, Trace. Tambien queria labrarme mi propio nicho en la compania y convertirme en un valor para el conglomerado. Finalmente, Trace habia sentado la cabeza y se habia casado con una mujer que lo amaba de verdad. Eva era lo mejor que le habia ocurrido en la vida a mi hermano mayor y se merecia relajarse durante una temporada. Por suerte, yo tambien me habia obsesionado con mi trabajo. Eso significaba que no anoraba mis dias de estar borracho y colocado. Bueno, si. Es posible que echara en falta tener sexo mas a menudo, pero en realidad no lo habia pensado hasta que ella entro en el mismo ascensor que yo aquella manana. Ahora tenia el pene en rebelion por falta de uso y tuve que aflojarme la corbata del traje hecho a medida porque empezaba a hacer calor en el reducido espacio de la cabina, aunque se estaba bajando gente en cada planta
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