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Tus ojos color mar
Dante penso en que la vida ya no valia la pena y ese fue el inicio. Su vida es la prueba fehaciente de que el destino puede ser complaciente un dia y al otro mostrarnos la oscuridad. Este libro desentranara los vaivenes amorosos de un profesor de arte, donde intentara a traves de sus decisiones, descubrir el enigma milenario de si el destino lo construye cada uno o si este esta escrito de antemano.Una novela que habla del amor y sus desavenencias, porque amor sin desamor dificil que vayan de la mano.
Bajo las dunas rojas (Los Colores 1)
2020 LITERATURA Y FICCION
El imponente atardecer era testigo de lo que le sucedia a Dante. Con un pie sobre la acera y el otro sobre la via del tren, esperaba angustioso su destino. --Son las seis en punto --se decia a si mismo mientras controlaba su reloj de pulsera--, en diez minutos llegara. Sabia el horario en el que cruzaba con exactitud. El bocinazo del tren lo sobresalto. Cada segundo le parecia eterno en la estacion. --!Llego la hora! --Exclamo sin tener un receptor de sus palabras--. El recuerdo se apodero de el, era tan nitida la voz de su madre hablandole, que casi podia percibir su perfume en el aire. <>, le comento entre lagrimas y abrazos. La alegria de la evocacion y la calidez de los brazos de una madre orgullosa, le hizo saber que hizo bien. Se habia graduado de profesor. El calor de los efusivos gestos lo reconforto de la gota fria que recorria su espina dorsal. Tan apresurado estaba en terminar con lo que le ocurria que no tuvo en cuenta con que se iba a encontrar, valga la redundancia, el que lo encontrara. ?Podrian reconocerlo con rapidez? ?Pasarian muchos dias hasta que notaran el cuerpo? ?Lo extranarian? El tren avanzaba por el carril a toda marcha. Dejo caer su mochila a un lado.
Palpo de inmediato su bolsillo trasero en busca de la billetera. La abrio con desesperacion, los dedos le temblaban ante el critico momento. Con ansiedad saco el documento de identidad. Por muy inesperado que pareciera, una foto volo hasta sus pies y se poso en sus zapatos. La levanto y la escruto de hito en hito. --?Que me habra pasado? --hablo con el papel entre sus manos. Era una fotografia que tomo su padre, en la cual inmortalizo la felicidad de su hijo al obtener el titulo. Sus ojos estaban mas vivos que nunca. Recordo las palabras que solto justo al salir del examen: --!No lo puedo creer! !Soy profe! --Esbozo una sonrisa de felicidad mezclada con temor--. !Que feliz era! El tren estaba a solo cien metros. Sus pensamientos se arremolinaban. --!Maldita sea! --Coloco el otro pie sobre la via. Extendio sus brazos, imito a un pajaro en pleno vuelo. Sus pulsaciones incrementaron y toda su vida paso por delante a gran velocidad. Tomo una profunda bocanada de aire, hincho sus pulmones y esto inflo su pecho que se exacerbaba con creciente panico.
Apreto sus punos y decidio saltar. --!Adios! Y el suspiro se lo llevo el viento, no se pudo garantizar que la palabra logro salvarse del mismo destino. Dante cayo con pesadez en las vias, apreto sus parpados para no ver el triste final. El tren continuaba su marcha, las bocinas no daban tregua y un maquinista afligido realizaba todo tipo de maniobras, tratando de detenerse. Pero eran inutiles. Lo sabia el corazon, lo sabia el conductor y lo sabian los pajaros que en bandada se retiraban. Sobre todo, lo sabia el. Sus pensamientos atontados reaccionaron ante el peligro y el sabio corazon se aferro a otro amor, uno mas grande y sincero que el que lo destruyo. !El amor a la vida! Su vida. --?Perderlo todo? --Revoloteo las pestanas y diviso la maquinaria que se aproximaba--. !Tengo que salir de aca! El instinto de supervivencia espabilo: intento correrse de las vias, tan apresurado, que sus respiraciones se confundian con el vaho de humo que se aproximaba. El tren estaba muy cerca. Trepo al andamio. Desaforadamente, una mano resbalo y tambaleo. Ladeo su cabeza, vio por el carril el vehiculo acercarse, sus ojos se humedecieron.
--!Salvame! Capitulo I Era de noche cuando Dante se corrio al bar, fastidiado consigo mismo por lo sucedido anos atras. Quiso distraer su mente y no pensar mas en aquella mujer que le rompio el corazon. Aunque lo intentase olvidar, su recuerdo lo perseguia. El calor insoportable del mediodia fue un vaticinio de la tormenta que se desencadenaria horas mas tarde en la ciudad de Posadas. Era un efluvio furioso, el vidrio del portal estaba humedo e impedia ver que habia adentro. Empujo la puerta y entro. Un aire caliente y acogedor le entro por los orificios del saco de lana estirado y una sensacion de bienestar le hizo sentir bien del todo, se olvido por unos minutos de su desolada vida. El bar estaba casi vacio. Una senora se arreglaba el maquillaje en la unica mesa junto a la ventana. Un senor obeso y calvo engullia sus tallarines. Quedaban cinco o seis mesas vacias. Dante ocupo la de la derecha junto al excusado. Desde ese angulo divisaba todo. El mozo escondido detras de la vitrina de los vasos, fumaba y apuraba un vaso de cerveza. El Lugar estaba mal iluminado y olia a aceite quemado.
Pidio al hombre con perentoria una medida d whisky. Mientras esperaba, se quedo atisbando cada uno de los detalles del viejo bar. Luego de beber, dejo en la mesa una propina y se dispuso a marcharse. Fue en ese preciso momento cuando la vio ingresar con un sobretodo amarillo napolitano opaco, que le llegaba hasta las rodillas, y un gorrito de lana gris, de dibujos tribales geometricos, que ocultaba sus rizos rubios. Era Johana. De inmediato, dejo de nuevo el paraguas en el piso y levanto la mano derecha hacia el lugar donde ella se encontraba para que advirtiera su presencia. Apenas lo observo, fue directo hacia el para saludarlo. --!Hola, Johana! !Tanto tiempo! --Hola, Dante. Han pasado varios anos de la ultima vez que nos vimos. --?Compartimos la mesa? --Le indico con alegria la silla que se encontraba frente a el. El rostro de Dante cambio desde el momento en que la examino. Sus labios comenzaron a pronunciar una leve sonrisa, sus ojos verdes marinos cobraron vida, pues el la recordaba muy bien a ella, no solo por ser su ex novia, sino porque sabia que era una excelente persona, de aquellas que no abundaban en el mundo. Se pregunto de inmediato por que terminaron su relacion, si ella era muy buena con el. --?Como estas? ?Que fue de tu vida? --Asi inicio la conversacion. --!Muy bien! Estuve viajando mucho estos ultimos anos.
--!Que bien! Me alegro que estes bien. ?Y a que lugares fuiste? --Uff, la verdad, muchos. --Al ver que su oyente esperaba mas detalles de los lugares, continuo con perspicacia--: Por casi toda Latinoamerica. --Enumero cada lugar con sus finos dedos, trato de recordarlos todos. --!Vaya que viajaste mucho! --gorjeo sorprendido--. Viajar es hermoso. --Totalmente de acuerdo. !Me encanta disfrutar la vida viajando! Hasta estuve pensando seguir la carrera de azafata. --Culmino estas palabras con una gran sonrisa--. Actualmente estoy viviendo en Ecuador. Vine a Misiones de vacaciones, dentro de pocos dias regreso. Siempre viajamos con mi novio, a el tambien le encanta viajar. Sin embargo, esta vez no pudo viajar por cuestiones de negocio. Ella tenia una locuacidad impresionante. En algunos momentos de la conversacion, Dante gesticulaba al levantar las manos y mostro sus rosadas palmas en actitud de calma.
Juntos recordaron viejos tiempos, y el pudo notar en el brillo de sus orbes color ambar, que una chispa de aquel amor que tuvieron aun perduraba en ella. --?Tenes planes para manana a la noche? --Dio pequenos golpecitos en la mesa, intentaba retenerla lo mas posible en la conversacion que mostraba signos de llegar a fin. --No, todavia no hice planes. Ayer recien llegue --contesto a la vez que enredaba su dedo indice en uno de sus bucles, espero ansiosa una invitacion. --?Que te parece si vamos a cenar? --sentencio el, aprovecho esos buenos recuerdos que conservaba. --!Me encanta la idea! --comunico con alegria y simpatia, rasgos que la caracterizaban con suma facilidad. Al llegar a su casa, Dante se recosto en el sofa y tomo media botella del vino que guardaba en el aparador. Se durmio en la suavidad del sillon con la television encendida y la botella en la mano. Estaba dando clases cuando de repente ingreso al aula un hombre muy apuesto, de unos treinta anos, de esmoquin blanco. El individuo llevaba unos zapatos de charol de un lustre espejado. Se acerco a Dante y enuncio con tono displicente: --!Ve aqui a mi futura esposa! Nadie podra separarnos. El aula era cada vez mas pequena, se encogia hacia el. Los alumnos se reian, socarrones. Las figuras se difumaban, se hacian tan borrosas que no se podian distinguir. Parecian estar todos en su contra; las risas, los rostros, el hombre de esmoquin... todos giraban como torbellinos sobre su cabeza, le sofocaban hasta el mareo y le producian una sensacion nauseabunda.
En ese instante ingreso al aula una figura femenina, !si, era Anariell! Estaba tan hermosa que el no se creia digno de mirarla, con un vestido de novia blanco y un ramo de rosas rojas en las manos. Se acerco hasta el con lentitud y lo beso con sus labios rojos carmesi en la mejilla. --Tienes que seguir tu vida --susurro a su oido. Justo en ese instante se desperto de un sobresalto, fue una horrible pesadilla. Llevo sus manos al rostro y pudo comprobar que lloraba, por sus mejillas se deslizaban pesadas gotas de agua salada. Se restrego los ojos al bostezar y se fue a dormir a su habitacion, penso en lo real y extrano que fue ese sueno. ?Por que sono con ella? Al dia siguiente, se fue junto con Johana al restaurante ubicado sobre una de las calles mas transitada de la ciudad, a una cuadra de la casa de gobierno. Ella lucia un vestido azul francia, el cual entallaba las curvas de sus caderas, y unos zapatos finos de tacon aguja, que resaltaban sus firmes pantorrillas. Se habia hecho un peinado especial para la ocasion, con un rodete al mejor estilo de Maria Antonieta. Dante, sin embargo, estaba vestido como de costumbre, una camisa a cuadros, unos jeans azules y zapatillas negra de lona. Estando ya en el lugar, se sentaron en la mesa junto al gran cristal. Johana esa noche se encontraba introvertida, como si aquella esencia de alegria y candor no se encontraran en ella. Una vez que el mozo les alcanzo el opiparo pedido, se dispusieron a cenar. --?Y cuando volves a Ecuador? --pregunto el. --Voy a quedarme en Posadas hasta que la situacion del pais se estabilice un poco.
--Se limpio con la servilleta sus labios carmin. --Desordeno todos tus planes, ?no? --Asi es. --Se limito en responder. --?Que te sucede? Te noto distraida, algo callada. --No es nada, solo tuve un dia malo. --Intento ocultar sus verdaderos sentimientos. El la exhorto: --?Por que no me dijiste antes? lo dejabamos para otro dia. No tenias que venir por obligacion. --Al seguir viendola retraida, inquirio--: ?Seguro que es solo eso? --Ayer volvi a discutir con mi novio por telefono --confeso entre sollozos--, es muy celoso. Uno de los motivos por los cuales estoy en Posadas es porque decidimos darnos un tiempo. Anoche volvio a llamarme, diciendome que regrese, y como me negue, prometio venir a buscarme. La primera reaccion de Dante fue fijarse en el rostro y los brazos de ella, para ver si tenia marcas de golpes que el no advirtio el dia anterior, la inspecciono sin miramientos. Al no verlos, se levanto y se sento a su lado, le ofrecio consuelo. --En toda relacion hay conflictos, ya que no somos perfectos. Pero lo bonito del amor es pasar esa tormenta juntos, sabiendo que hay un sol que iluminara al dia siguiente.
Si, se que suena muy poetico y en la realidad se hace dificil, mas creeme, es la verdad. Al decir esas bellas palabras, le ofrecio un panuelo que saco del bolsillo trasero de sus pantalones, para que se secara las lagrimas que brotaron sin cesar de sus bellos luceros. La rodeo con sus fuertes brazos y ella pronuncio consternada, con sus labios resecos que aun temblaban, con un leve y casi imperceptible gimoteo: --Que tonta soy, vos invitandome a salir a cenar y yo aca, agobiandote con mis problemas. --No, no pienses eso --replico enseguida--. Soy yo el que no se dio cuenta desde un principio lo que te pasaba. Me deje llevar con mis habladurias y ni te di tiempo de preguntarte nada. El comenzo a contarle sobre las batallas perdidas en el amor, entro en sintonia con ella y la hizo su confidente. --Hace anos que estoy solo. La ultima relacion que tuve, mi novia por aquel entonces, me engano con un colega. --Se rasco su desmechado cabello y se reprocho por aquella actitud que aun no lograba comprender del todo. --No te merecia, es muy seguro que sea por eso. Una persona que engana de esa manera merece estar sola. Sos una persona excepcional, seguramente vas encontrar muy pronto a la mujer indicada. Ambos se retiraron del restaurante y se fueron a caminar a la plaza 9 de Julio bajo la luz de la luna. Los grillos parecian una esplendida sinfonia de coral, semejantes a los que se escuchaban en la misa de la catedral horas antes.
Johana saco un paquete de cigarrillos de su cartera y comenzo a fumar. Dante la acompano. Con el cigarro entre los dedos y exhalando el humo, el rio: --Y pensar que nosotros fuimos novios, pero mas que eso, somos muy buenos amigos. --Si, tenes toda la razon. Nuestra relacion es mucho mas que eso. Muchas personas no lo comprenden, y piensan que, porque ya no son novios, tienen que odiar al otro. Yo pienso que, si se termina en buenos terminos, se puede seguir siendo amigos. Los dias siguientes fueron para Dante una bendicion, pues tenia la compania de Johana. La amistad y confidencia que le brindaba era el antidoto a la soledad que sentia en su interior. Una noche se reunieron de nuevo. Era una esplendida noche. Cuando cenaban, ella emitio: --Decidi terminar mi relacion con Armando, la situacion no daba para mas. Lo intente, pero me di cuenta que nos ibamos a lastimar. Ya ni siquiera puedo escuchar su voz en las llamadas. Si es el hombre de mi vida, el tiempo lo dira.
Entretanto, decidimos darnos un tiempo y continuar cada uno por su camino. --Eso es cierto, hay que saber cuando terminar con un amor --resoplo Dante antes de sorber el vino--. Lo siento por vos. --Siempre tan atento, !gracias por escucharme! --dijo con gran dificultad. Un nudo de emociones atrofiaba su garganta y el incontrolable llanto tomo su papel protagonico en la escena. Capitulo II Los dias pasaban y Dante, a pesar de disfrutar la compania de Johana, en su interior el vacio cada vez se agigantaba mas. En el Instituto era lo mismo todos los dias: llegaba, tomaba asistencia, explicaba el tema y esperaba irse. Pareciera que aquella vocacion que alguna vez tuvo de profesor, se desvanecia ante sus ojos y no podia reaccionar ante la inevitable caida. Una noche de verano, Dante se fue a cenar junto a unos amigos. El cielo estaba despejado y las estrellas centellaban. Cuando se encontraba con ellos, todo le parecia mas sencillo, pero para su desgracia, casi nunca se podian reunir. --?Saben algo de Juan? Hace tiempo que no se nada de el --musito Raul. --Sigue en Ecuador, parece; el otro dia me encontre con su mama y me conto eso. Es posible que se esta hallando alla --respondio Ignacio. Ellos eran los amigos de la infancia de Dante.
A Raul lo conocia desde el preescolar, llevaban mas de veinte anos de amistad. Raul siempre tuvo un cuerpo macizo y torpe, los rollizos de las mejillas se le acentuaban en su ancho rostro, le hacian parecer un nino travieso. En cambio, a Ignacio lo conocio en el primer ano de secundaria. Cualquiera que haya conocido a Nacho, como ellos le llamaban, en su adolescencia, no lo distinguirian, salvo por su mirar pasible. Con el pasar de la adolescencia y un entrenamiento constante, hicieron que su cuerpo pasara de ser rellenito, a ser una escultura parecida a las talladas por los renacentistas de Florencia. --?Cuanto tiempo paso desde la ultima vez que lo vimos? --curioseo Dante. --Ya van casi dos anos --refuto Raul--. Casi dos anos ya --reafirmo para el mismo, pensativo. Despues de cenar, se fueron cada uno por su lado con la vaga promesa de reencontrarse la semana siguiente. Al llegar Dante a su casa, acaricio durante algunos minutos a Ringo, su fiel companero, quien estaba siempre alli para sacarle una sonrisa. El canino tenia un hermoso pelaje negro y amarillo platano, que se degradaba a lo largo de su cuerpo. Luego se marcho a su habitacion, deseo una senal que lo hiciera reaccionar. Al pasar dos dias rutinarios, se volvio a reencontrar con Johana en el mismo bar en donde se volvieron a ver despues de tantos anos. Esa vez fue ella quien le invito a sentarse en la misma mesa. Johana se encontraba envalentonada, mas que de costumbre.
La bebida le quito la poca timidez que poseia. Hasta parecia comportarse de manera grotesca. Dante se sento a su lado, tanto como para tener alguien con quien hablar, como para resguardarla de algun posible peligro. En un momento de la conversacion, ella lo miro con dulzura y con el fulgor en sus ojos. --La confianza es el fundamento del amor, sin confianza el amor es un arbol sin raiz, ?no es asi? --Escudrino la reaccion de el. --Estoy de acuerdo. --Vos y yo nos tenemos demasiada confianza, ?o no? --sonsaco. --Totalmente. --Entonces... --Lo abrazo con afecto--. ?Queres intentarlo de nuevo? Dante se sorprendio de aquella propuesta, tan inesperada y a la vez tan necesitada para el. Le devolvio el abrazo con efusividad, la cubrio entre sus brazos, un poco conmocionado y algo contento. Luego se separo para perderse en el brilloso mar de su mirada. --Sos especial para mi --carraspeo--, aun no se si estoy preparado para comenzar una relacion. Disfruto estar a tu lado. Tal vez lo deberiamos hablar mejor manana u otro dia.
--En sus pensamientos se decia: <
Temia entregar su corazon y que lo destrozaran al igual que un fragil cristal, como lo hicieron una vez. <>.
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Del color del musgo humedo
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