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La diosa de agua
La hermandad de la diosa (Insomne 3)
2018 ROMANTICA
Felipe Santacana estaba convencido de que nunca encontraria el amor. Su pasion por su carrera, su falta de horarios, y el secreto que no habia compartido ni con su familia y amigos, le impedia encontrar a una mujer que entendiera su forma de vida. Era medico por vocacion, le gustaba ayudar a las personas y nada lo apartaba de sus pacientes hasta que el mismo lo creia conveniente. Trabajaba en el Centro Hospitalario San Pablo, una entidad publica ala que asistian desde personas con recursos, por el gran nivel de experiencia de sus facultativos, hasta los mas desfavorecidos de la sociedad. Solo en una ocasion, habia conocido a una mujer que en el primer momento logro hacer tambalear sus arraigadas creencias, a esperar, a imaginar, a sonar, a creer que <
Las personas mayores eran la debilidad de Mar Callizo. Habia crecido al lado de unos abuelos amorosos, donde la dejo su madre cuando se divorcio, ella apenas contaba con tres anos de edad. No se trataba de que su progenitora no la quisiera, sino que no podia compaginar el trabajo con la crianza de su hija, y la unica solucion que encontro fue dejarla en su pueblo natal con sus padres. La nina habia crecido rodeada de los amorosos ancianos del lugar, y cuando se iba haciendo mayor, se dio cuenta de la felicidad que sentia cuando podia ayudar a algun vecino que no podia valerse por si mismo. Cuando termino el colegio y tuvo que decidir a que se dedicaria de mayor, a nadie le extrano que sus estudios fueran de auxiliar de geriatria. Se la veia feliz pudiendo ayudar a sus amigos y vecinos. Al terminar el grado superior y volver al pueblo con sus abuelos, se encontro que habia cambiado, el lugar habia crecido a pasos agigantados, habian construido viviendas nuevas y la mayoria de los vecinos no se preocupaba de nadie que no fueran ellos mismos. Muchos ancianos habian tenido que abandonar sus casas para irse a residencias, y los pocos que quedaban eran atendidos por unas cuidadoras que les habian asignado los servicios sociales. Por aquel entonces, su madre se habia trasladado al pueblo para cuidar de sus padres, y todos ellos se confabularon para animarla a que se fuera a la ciudad, donde tendria mas oportunidades. Mar no tardo nada en encontrar trabajo, como era muy activa, no se conformo solo con uno. Por las mananas lo hacia en un gimnasio, de monitora de personas mayores y por las tardes en una residencia de ancianos. Alli no tardo en ser la preferida de todas las auxiliares, siempre tenia una sonrisa para todos, era dulce en el trato, con los residentes y con sus companeras; alli encontro muy buenas amigas que se convirtieron en su familia. En poco tiempo se dio cuenta de que a los hombres que conocia no les complacia tener que esperarla cuando salia tarde del trabajo --cosa que ocurria muy a menudo --, pues era incapaz de negarles nada a sus <
Acudia a diario a nadar, era su valvula de escape; alli se relajaba despues del estres de tantas horas trabajando en el hospital. Sus companeros lo hacian en el bar de la esquina, con unas copas delante. Pero el preferia nadar, llevar su cuerpo al maximo, hasta que se olvidaba por unos instantes de lo que veia a diario en el centro hospitalario San Pablo. Era medico por vocacion, le gustaba su trabajo, pero no podia evitar que algunos casos le afectaran al verse impotente por curar a todo el mundo. De repente fue consciente de que algo sucedia y saco la cabeza del agua justo para escuchar a una mujer que gritaba: <
--Iba andando y de repente ha caido al agua inconsciente --comento una mujer que temblaba de la cabeza a los pies, se la veia alterada. --Tranquilicese, senora, ?es su marido? --mientras se lo decia la hizo retroceder hasta sentarla en el banco de madera que rodeaba la piscina, donde todos dejaban las toallas. --No --contesto la muchacha que habia reanimado a aquel hombre y que seguia arrodillada a su lado--. Son companeros de gimnasia. El le estaba tomando el pulso a la mujer, tenia las pulsaciones disparadas. En ese momento entraron en el pabellon los chicos de la ambulancia, Felipe les dijo que era medico y que tambien se llevaran a aquella mujer, la oyo protestar. --Maria, te has llevado un buen susto --Felipe advirtio que parecia que estuviera hablando con una nina pequena--. Mejor te vas con estos senores y te daran algo para que se te pase el sobresalto. --Tambien vio como daba instrucciones a uno de los monitores del pabellon para que los acompanara al hospital. Felipe se quedo mirando a aquella chica. --Soy Mar Callizo --se presento tendiendole la mano en cuanto se llevaron al hombre y a la mujer. --Felipe Santacana. El firme apreton de manos que recibio decia mucho del caracter de aquella mujer. Se la veia segura de si misma, decidida y... muy atractiva. Sus miradas chocaron y quiso perderse en aquellos ojos marrones y brillantes que lo miraban con una expresion de preocupacion y alegria a la vez.
--Encantada de conocerte, ?vienes mucho por aqui? Nunca te habia visto --mintio. El observaba sus labios moverse seductoramente, los tenia plenos y del color de las ciruelas maduras. --Siempre que puedo. Ella mostro cara de extraneza. --Entonces sera que no me he fijado. --Se le escapo una sonrisa picara y contagiosa. El tambien sonrio deseando adivinar a que venia aquella expresion. Mar ya lo habia visto por alli en mas de una ocasion, ?como no reparar en el? Era muy alto. Su cuerpo parecia esculpido a cincel, se notaba que aquel hombre se cuidaba, no tenia un gramo de grasa sobrante en su cuerpo, los musculos se le marcaban a la perfeccion; y su rostro... siempre llevaba una barba de dos dias, su pelo castano oscuro cortado muy corto, unos ojos que ahora que los veia bien se daba cuenta de que eran de una extrana tonalidad grisacea. Hasta ese momento no lo habia visto sonreir, !por todos los Santos! Tenia una sonrisa que le hacia desear que nunca se pusiera serio. Sus apetecibles labios la hicieron sentir cosquillas en el estomago. --?Y tu? En su descarado escrutinio, no entendio la pregunta. Felipe lo pudo ver por su expresion. --Que si vienes mucho por aqui. Mar solto una risita tonta.
--Trabajo aqui. --El la miro alzando una ceja interrogativa, no tenia el cuerpo desarrollado que solian tener los monitores del gimnasio--. Doy clases de gimnasia a gente mayor por las mananas. Felipe se sintio atraido por aquella chica desde que la vio inclinada sobre aquel hombre, tenia un cuerpo escultural, lleno de curvas, y la expresion de su bella cara hacia que rezumara alegria por todos los poros de su piel. Deseo conocerla mejor. Mientras hablaban se daba cuenta de que ella no perdia de vista a un grupo de gente mayor que se habian metido en la piscina.
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Diosas de Hollywood
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