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Intentos de sacarle algo a la vida
Una novela conmovedora y cinica que recoge de manera ironica las experiencias de Hendrik Groen, un anciano de 83 anos y un cuarto, en una residencia de la tercera edad.
2016 FICCION COMTEMPORANEA
Este ano tampoco me van a gustar los viejos. Ese arrastrar de pies detras de los andadores, esa inoportuna impaciencia, esas eternas quejas, esas galletitas con el te, esos gemidos y suspiros. Yo mismo tengo ochenta y tres anos y cuarto. Miercoles 2 de enero Habian derramado generosamente el azucar glas. Para poder pasar mejor el trapo por la mesa, la senora Smit dejo un momento la bandeja de los bunuelos de manzana encima de una silla. En esas llego la senora Voorthuizen y sin darse ni cuenta aposento su enorme trasero en toda la bandeja. Cuando la senora Smit fue a buscarla para devolverla a su sitio, a alguien se le ocurrio la idea de mirar debajo de la senora Voorthuizen. Y cuando esta se levanto, tenia tres bunuelos pegados al vestido de flores. <
No es que sea asi en absoluto, es que no me atrevo a ser de otro modo. Casi nunca digo lo que pienso. Elijo siempre el camino mas seguro. Mi especialidad: nadar entre dos aguas. Mis padres fueron clarividentes al llamarme como al bonus henricus: pocos hay que sean tan buenos. <> Ese soy yo. <
Jueves 3 de enero A Evert le entusiasmo la idea pero no quiso garantizarme que fuera a vivir mas que yo. Tambien puso un par de objeciones. La primera era que despues del recital de mi diario probablemente tendria que buscarse otra residencia. Su segunda preocupacion tenia que ver con el estado de su dentadura postiza. Esto ultimo se debia a un descuidado tacazo de Vermeteren mientras jugaban al billar. Desde que tiene cataratas en el ojo derecho, Vermeteren necesita que lo ayuden a apuntar. Evert, siempre tan bien dispuesto, se habia situado detras de el con la nariz a la altura del taco e iba dandole instrucciones. <
Con razon han sobrado tantas bandejas. Aqui todo lo que dan gratis vuela. En la sala de estar nos sirven un cafe a las 10:30. Si pasados dos minutos de la media no lo han traido aun, los primeros residentes empiezan a mirar sus relojes con mucho aspaviento. Como si tuvieran otra cosa que hacer. Y lo mismo pasa con el te de las 15:15. Uno de los momentos mas emocionantes del dia: ?a ver que galletita nos sirven hoy? Pues anteayer y ayer bunuelos reviejos con el cafe y con el te. Porque claro, <
Ahi el estado de las plantas suele ser un fiel reflejo de la situacion en la que se halla su cuidador: esperando su triste final. Como los viejecillos no tienen mucho que hacer o se vuelven olvidadizos, riegan las plantas tres veces al dia y, a la larga, eso no lo aguanta ni la sansevieria. La senora Visser me ha invitado a tomar el te manana por la tarde. Deberia haberle dicho que no, aunque solo sea porque la mujer apesta, sin embargo le he dicho que ire encantado. Adios a la tarde, pero mira que soy calzonazos. En el momento decisivo no se me ocurrio ninguna excusa que darle, asi que me tocara aguantar su chachara y el bizcocho seco. Es un misterio como se las arregla para conseguir que el bizcocho mas jugoso se convierta en poco tiempo en un trozo de carton polvoriento. Necesitas tres tazas de te por porcion. Manana me armare de valor y declinare el segundo trozo. Sera el comienzo de una nueva vida. Una nueva vida con los zapatos bien lustrados. A eso he dedicado buena parte de la manana. Los zapatos mismos han ido bastante rapido, pero he perdido mucho tiempo frotando las manchas de betun de las mangas de la camisa. Eso si, ahora estan relucientes. Los zapatos.
Las mangas me las he tenido que remangar: no habia forma de dejarlas limpias. Seguro que caera algun comentario. <> Aqui la vida consiste en nunca o siempre. Un dia dicen que la comida <
A los que siguen dietas complicadas les dieron pan. Se produjo una oleada de indignacion. La senora Hoogstraten van Dam, que se empena en que la llamemos por su nombre completo, se limito a ir escarbando los trocitos de huevo con el tenedor, Van Gelder no <
Domingo 6 de enero Cada vez tengo mas perdidas. Los calzoncillos blancos son ideales para que se vean bien las manchas amarillas; los calzoncillos amarillos serian mucho mas practicos. Me da un poco de verguenza por las senoras de la lavanderia. Asi que lo que hago ahora es restregar a mano las peores manchas antes de ponerlos a lavar. Llamemosle un pre-prelavado. Si no los diera a lavar levantaria sospechas. <>, me preguntaria la senora gorda del servicio domestico. <
Una carretera de sentido unico que te lleva derecho al ataud: eso es lo que es. Ya no volveras a ser joven, ni un solo dia, ni una sola hora, ni un solo minuto. Me estoy quejando como un viejo. Si eso es lo que quiero, sera mejor que baje a la sala de estar. Ahi es el pasatiempo numero uno. No creo que pase ni media hora sin que alguien saque a relucir alguno de sus males. Me parece que hoy tengo un dia un poco gris. Se supone que hay que disfrutar de la vejez, pero maldita sea, no siempre es facil. Ha llegado la hora de dar un paseito, al fin y al cabo es domingo por la tarde. Luego una pieza de Mozart con una buena copa de conac. Y despues tal vez me pase a ver a Evert, que con toda su insolencia posee buenas dotes terapeuticas. Lunes 7 de enero Parece que ayer se abrio una investigacion sobre la subita muerte de los peces de la tercera planta. Habia bastante bizcocho flotando en el agua. No fue muy inteligente por mi parte tirar el bizcocho de la senora Visser al acuario. Como ella se entere de que los peces han muerto por una sobredosis de bizcocho humedo todas las pistas apuntaran hacia mi.
Sera mejor que vaya preparando mi defensa. Luego ire a ver al abogado Duiker para pedirle consejo. Evert es todo un experto en mentiras piadosas. En esta residencia no se permite la entrada a mascotas salvo peces y pajaros, <
?Y donde estaba la policia de animales? La directora creyo oportuno ocultarle algunas cosillas a la senora Brinkman. Y cuando al cabo de tres dias la mujer consiguio averiguar cual era el tranvia que la llevaria a la perrera su mascota yacia ya bajo tierra. La senora Brinkman ha pedido si podran volver a enterrar a su perrito a su lado cuando ella muera. Ya le han hecho saber que <
Le dije que a lo mejor podia aportar alguna explicacion sobre el incidente del bizcocho. Y al momento fue toda oidos. Le conte que no habia querido despreciar el bizcocho que habia preparado la senora Visser y que habia dejado un platito con algunos trozos encima de la mesa de la recocina de la tercera planta, con la plena confianza de que alguno de los residentes aceptaria aquel regalo anonimo. Pero habia constatado muy a mi pesar que de alguna manera el bizcocho habia acabado en el acuario y mi platito azul habia desaparecido. De Roos me escucho sin disimular su suspicacia. ?Por que no me lo habia comido yo? ?Por que precisamente en la tercera planta? ?Habia alguien que pudiese corroborar mi historia? Le pregunte si aquello podia quedar entre nosotros. Ya veria lo que podia hacer por mi. A continuacion quiso averiguar como habia podido preparar la senora Visser aquel bizcocho. Esta prohibido utilizar la cocina y el horno de las habitaciones. Me apresure a anadir que no estaba seguro de que lo hubiese hecho ella misma, pero era tarde: el caso del bizcocho andaria de boca en boca. Yo perderia las simpatias de la senora Visser, lo que bien mirado tampoco es que fuera ningun drama. Pero eso alimentaria durante semanas las sospechas sobre la unidad, donde ya no faltaban precisamente, y los chismorreos correrian sin parar. Tambien he ido a ver al medico. Estaba enfermo. Si el lunes no se ha recuperado vendra un sustituto.
Para casos urgentes debemos dirigirnos al medico de la residencia de ancianos de la competencia. Algunos prefieren morirse antes que permitir que <
Y hablando de aguantar, ya no aguanto estar mas tiempo aqui encerrado, necesito que me de el aire. Despues de todo el dia a base de biscotes y tabletas de carbon activado creo que dentro de un rato me atrevere a salir. A ver si veo alguna celidonia menor, que segun el periodico y la red de observacion fenologica Calendario Natural (!toma ya!), es el primer indicio de la primavera. Y si ademas de la celidonia veo una de caballo, perifollo verde o alguna violeta, la primavera sera un hecho incontestable. Lo malo es que no tengo ni idea de como son esas plantas. La naturaleza se ha adelantado a si misma seis semanas, pero hay malas noticias para las aves migratorias que justo habian decidido quedarse en casa este ano: se avecina el frio. Jueves 10 de enero Este asilo tiene un bonito jardin, pero por alguna oscura razon esta cerrado con llave. No dejan entrar a nadie en invierno. Sera por paternalismo. La direccion sabe que es lo que mas nos conviene a los residentes. Asi que si quieres tomar un poco de aire fresco en esta epoca del ano te toca salir por los alrededores de la casa: feos edificios de finales de los anos sesenta, tristes zonas verdes que parecen vertederos. Da la sensacion de que las camionetas del servicio de limpieza que pasan por las noches no vienen a recoger la basura sino a esparcirla por las calles y jardines municipales. Vas paseando entre un mar de latas, bolsas de patatas fritas y periodicos viejos. Casi todos los primeros habitantes de esos pisos se han mudado a casas pareadas en barrios residenciales de Purmerend o Almere. Solo se han quedado los que no podian permitirse nada mejor.
Ahora las familias turcas, marroquies y surinamesas ocupan los pisos vacios. La mezcla no resulta muy agradable. En estos momentos mi radio de accion es de dos veces quinientos metros con un banco a medio camino. No doy para mucho mas. El mundo se va haciendo mas pequeno. Desde la casa tengo cuatro recorridos distintos de un kilometro mas o menos. Evert acaba de venir a verme. Esta disfrutando de lo lindo con la conmocion que ha provocado la muerte de los peces y tiene un plan para echar mas lena al fuego. Quiere cometer un segundo atentado, esta vez con galletas judias. Ayer por la tarde cogio el autobus para ir a comprarlas a un supermercado a un par de kilometros de aqui. En la minitienda que hay en nuestro edificio seguro que se acordarian de su compra. Ya tiene las galletas en su armario. Le pregunte si estarian seguras ahi. <
Pero era una broma: no son galletas judias, son galletas rosadas. Asi espera conseguir un colorido mas bonito.
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