Entre el deseo y el amor

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Tres entre montanas
Dejate llevar por esta novela que esta cargada de erotismo, pasion y romance en la epoca mas bonita del ano. Ryan Griffin es un hombre guapo que se conforma con tener a Vanessa a su lado porque no quiere encontrarse solo. Le teme a la soledad y por ello aguanta cualquier manipulacion proveniente de la mujer que todos parecen querer sacarle de encima.Lo que los demas no saben es que Vanessa es su zona de confort. Para Ryan, acercarse a una chica desconocida y dar ese primer paso para conocerla representa un verdadero estres.

Entre los rotos

2018

Cuando Courtney entro en el edificio en el que vivia Ryan, decidida a expresarle lo arrepentida que estaba de haberle negado la oportunidad de estar juntos de otra manera que no fuese ocasional y en la cama, sentia que estaba haciendo lo correcto. Y eso le daba panico. Porque sabia que ese sentimiento solo podia ser fruto del amor. Bueno, no lo sabia, seguia sin saberlo porque nunca lo habia sentido por nadie. Pero admitia que Ryan le hacia sentir cosas muy especiales que sobrepasaban a los buenos ratos de sexo; y que, cada dia que pasaba, necesitaba a Ryan a su lado. Aquello debia ser una clara senal ?no? Ademas, la conversacion que tuvo con Ian, ese mismo dia, le aclaro la mente en todos los aspectos que tenian relacion con Ryan y su vida personal. Necesitaba a Ryan su lado, porque lo amaba. Sonrio con picardia porque era liberador poder admitirlo sin problemas, sin embargo, aun sentia algunos temores con respecto al futuro y la forma en la que el amor afectaria su vida. Intentaba concentrarse en la conversacion con Connor unas semanas antes, cuando su hermano le aseguro que su esposa seguia siendo ella y luchando por sus suenos a pesar de que se habia convertido en esposa y en madre. No sabia si ella podria hacerlo pero si no lo intentaba, no lo sabria nunca. Si para tomar una decision definitiva debia poner en un lado de la balanza: <> y del otro <>; para saber que le dolia y asustaba mas, de seguro la balanza se inclinaba a lo primero. Perder a Ryan superaba --en creces-- todos sus miedos. Y suplicaba a Dios que le diera una nueva oportunidad con el. Suspiro y se froto las manos mientras esperaba el ascensor. Exhalo el aire como su maestra de Yoga le enseno a hacer.

--Todo va a estar bien, Courtney, calmate. No parecen cosas tuyas -- murmuraba mientras las puertas del ascensor se abrian y ella entraba. La noche estaba helada. Estaba nevando, faltaban tres dias para Navidad y su vida, en el ultimo ano, habia cambiado tanto. Un ascenso que le llevo a mudarse a Nueva York y que, posteriormente, le llevo a encontrarse con Ryan. Parecia como si la vida lo hubiese planificado todo. Ese pensamiento le inyecto fuerzas para dejar sentir con mayor intensidad a su corazon. Courtney estaba descubriendo sentimientos que en su vida habria sentido por otro ser humano. Y tenia tiempo sintiendolo, solo que no queria darse cuenta de la verdad que llevaba en su interior. !Tan bien que estaba ella con su trabajo y sus amigos ocasionales! Bufo. Con su trabajo. Punto. Inhalo y exhalo aire una vez mas cuando las puertas del ascensor se abrieron en el piso en el que ella debia bajarse. A la derecha, estaba un ventanal que dejaba ver la nieve caer. Le gustaba el invierno, la ciudad cubierta de nieve, aunque era muy poco practica y peligrosa en ciertas ocasiones.

Camino por el pasillo con torpeza, los nervios no la dejaban moverse con facilidad. Iba a hacer --practicamente-- una declaracion de amor y se sentia como una adolescente que va a enfrentarse al chico que le gusta del colegio. Cuando doblo en la esquina para enfilarse al segundo pasillo, en el que se encontraba el apartamento de Ryan, sintio gran ansiedad. El corazon parecia que se le queria salir por la boca. Se detuvo frente a la puerta y toco el timbre. Se escucharon pasos del otro lado. Cuando por fin la puerta se abrio, por poco se le cae el alma a los pies al descubrir que quien le abrio la puerta no era Ryan. --?Te puedo ayudar en algo? --la mujer en cuestion, era lo opuesto a ella. Sin curvas, diminuta, con el cabello rubio, y una vestimenta que le recordaba a las elegantes amas de casa de los anos 60. Muy-opuesto-a-ella. La chica abrio los ojos y levanto las cejas esperando una respuesta de su parte. --?Vanessa? --Ryan aparecio detras de la chica con tan solo una toalla en la cintura y algunas gotas de agua que se le resbalaban de la piel de los brazos. Courtney se llevo una mano a la boca del estomago. Vanessa. Courtney estaba intentando asimilar la escena.

Vanessa era la ex de Ryan. La ex que ya no le importaba. ?O si? En ese momento, Ryan ladeo su cabeza para ver quien llamaba a su puerta y la vio. Palidecio por completo, mejor dicho. --?Courtney? --Ryan intento llegar a ella pero Vanessa lo intercepto y lo tomo por el brazo dejando a la vista un bonito anillo de compromiso en su anular. Courtney fruncio el ceno y sintio que los ojos le ardieron como nunca en su vida. Quiza no era tan ex. Quiza ella era la estupida que se creyo la historia del amor puro y maravilloso de parte del hombre mas cruel del mundo. Lo vio confundida. No se podia creer que Ryan le hiciera eso. Se froto de nuevo la boca del estomago y retrocedio cuando vio que Ryan daba unos pasos hacia ella. La que estaba de mas alli, era ella. No habia nada de que hablar. Se dio la vuelta y dejando las lagrimas correr, acelero el paso para llegar cuanto antes al ascensor y salir de ahi. Necesitaba salir de la vida de Ryan para siempre.

Sabia que entregarse al amor no era buena idea. --Nunca mas, Courtney. Nunca mas. Capitulo 1 Faltaban tres meses para Navidad y en la ciudad llovia con fuerza. Era uno de esos dias que Courtney odiaba porque sabia que acabaria empapada de camino a la oficina. Por fortuna, siempre tenia ropa de recambio en su espacio de trabajo; sin embargo, no le hacia gracia tener que arreglarse de nuevo el cabello fuera de su bano y alejada de todas sus herramientas para dejarlo como si acabara de salir del salon de belleza. Claro, es dia, con ese nivel de humedad, ni con mil productos podria hacer ver a su pelo como recien salido del salon de belleza. Resoplo mientras tomaba otro sorbo de su cafe. Cuando salio de casa llovia con moderacion y despues de unos metros recorridos, el viento se desato haciendo imposible que la gente siguiera bajo la lluvia. La calle estaba desierta y la gente a resguardo bajo los techos de los locales comerciales. <> penso Courtney. Vio el reloj que llevaba en la muneca y torcio los labios. No le quedaba mas remedio que enfrentarse a la lluvia. Se le hacia tarde y necesitaba cumplir con las pautas del dia porque la plantilla mayor de la revista estaba cada vez mas exigente. Se sacudio la pesadez que le producia la lluvia, tiro el vaso de carton en la basura y luego exhalo el aire.

Como si se estuviese preparando para correr un maraton. Se acerco a la puerta, abrio el paraguas y salio a la calle. El murmullo de la gente dentro del cafe, dio paso al choque de la lluvia contra el suelo. Corrio cuanto pudo, no estaba lejos del edificio en el que se encontraban las oficinas principales de la revista New Women Magazine. Lugar en el que Courtney tenia varios anos trabajando. Empezo como redactora de una sesion de moda y escalo pronto al puesto de Redactora en Jefe en la sede de DC. El cambio a Nueva York habia sido muy positivo porque paso a formar parte de los directivos sin dejar de cumplir su funcion como jefe de redaccion. Que era lo que amaba hacer. Se hicieron grandes cambios en el contenido de la revista a partir de su ascenso. Sobre todo, despues de que haber conseguido que la historia entre Emerick y Davina tuviera tanto exito. Emerick Eldridge, fue --aun lo era-- uno de sus empleados estrella. Y <> tambien. Ademas, era buen amigo. Trabajo con el varios anos haciendole responsable de la seccion gastronomica y despues de lo ocurrido con Davina, era un redactor freelance de la misma seccion. Emerick era de esos hombres que no entiendes como es que no puedes enamorarte de ellos si son simplemente perfectos.

Asi era la vida. Y Courtney no estaba por la labor de enamorarse ni de Em, ni de nadie. <> solia decirle Emerick en juego pero ambos sabian que, en el fondo, esa inocente broma escondia una gran verdad. Por aquel tiempo en el que ella estuvo en DC, se habian quedado sin Celestine, la encargada de la seccion <> en la que la mujer respondia a los problemas amorosos de otras personas. La verdadera Celestine, estaba embarazada y su pequeno decidio venir antes al mundo por lo que la revista tuvo que concederle la baja por maternidad y ademas, conseguir un remplazo de un dia para otro. Cuando Courtney lo comento con Emerick, este le propuso que el se ocuparia de su seccion de siempre y de la de Celestine. Courtney todavia recordaba como se burlo de Em diciendole que el no podia dar consejos del amor. !Que equivocada estaba! Emerick le demostro que no solo sabia mucho del amor, sino que tambien, le dejo ver una parte de el que desconocia y ella se sentia muy agradecida por haber podido ser parte de todo ese proceso que Em y Davina vivieron. Una historia que, admitia, era increiblemente romantica y dulce. Sonrio pensando en sus amigos y en que lugar de pais estarian. Viajaban en una caravana de lujo que el padre de Emerick les regalo porque Davina era una fotografa estupenda y que tenia un ojo magico para capturar momentos especiales de la naturaleza. En eso consistia su trabajo. Tomar fotos y luego venderlas a publicaciones como New Women Magazine para complementar los articulos y tambien para hacer exposiciones en la galleria de su amigo Ian. Ahora amigo de Courtney tambien. Muy amigo, por cierto.

Y le agradaba que asi fuera. Ian y su esposo hacian una pareja encantadora y Courtney se sentia afortunada de tenerlos en su vida porque le hacian sentir menos sola. Desde que se instalo en Nueva York no habia sido capaz de conseguir una nueva conquista que fuera digno de meter en su cama. Antes de pasar a la accion, Courtney necesitaba que alimentaran a su cerebro con buenas conversaciones, cultura general y encanto masculino que la seduzca a niveles maximos. Todo lo encontrado hasta ese momento eran hombres que necesitaban llevarla a la cama con urgencia y que se valian de cualquier idiotez para alcanzar su meta. Iba pensando en todo eso cuando entro en su oficina y Joy, su asistente de confianza, la recibio con una sonrisa de burla. --No es gracioso --protesto Courtney haciendole senas de que entrara con ella en la oficina. La mujer colaba agua y, si no se cambiaba de inmediato, iba a coger un buen resfriado--. Dime, por favor, que pudiste cambiar la cita de hoy para otro dia en el que no este diluviando. Joy nego con la cabeza y Courtney se desinflo. --Y Ellie Griffin estara con la agenda a tope hasta el proximo mes, despues se casa y se va de vacaciones unas semanas. Si no la entrevistas hoy, nos quedamos sin exclusiva del negocio sensacion del momento en la ciudad. --?Puedo enviar a alguien? Joy sonrio con compasion. --No estarias siendo tu y te quedarias aqui mortificada por si todo estara saliendo bien. --A veces odio lo mucho que me conoces.

Ambas mujeres rieron. --Te traere un cafe mientras te arreglas el cabello. Un mono seria la solucion mas acertada despues de que lo seques con el secador. Courtney levanto la ceja hasta el cielo. Odiaba los monos, le recordaban a su madre a quien extranaba de mas. Hacia unos anos, el cancer se la habia llevado sin darles chance de nada. Y lo que mas detestaba era no haberle podido ayudar en el dolor que padecio. Cuando se recogia su larga melena negra en un elegante mono, era igualita a su madre. .