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Dibuja tu nombre en mi piel (Tierras Altas 1)
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Tierra americana
2015 POLICIACA NEGRA THRILLER Y SUSPENSE
Un hombre le dispara a otro a las afueras de la ciudad. Lo mata en el mismo agujero en el que se abandonan perros y basura; junto a una vieja fabrica desocupada de ventanas rotas y puertas selladas, donde se aglomeran los adictos y los callejeros a dormir o a apestar, consumiendo altas dosis de drogas a base sucia de cocaina y a morirse en los rincones como animales enfermos. -La gente dice que este tipo de cosas pasan porque hoy en dia sales a las calles, a esta hora, miras al cielo y no se puede ver mas que nubarrones grises. Como si ver las estrellas tuviera relacion con algun problema. Estoy con Marcos esta noche. No dice mucho, solo me ve encender un cigarrillo tras otro mientras voy arrojando las colillas al prado, para finalmente pisarlas como hace la gente corriente; ocultando con el humo que sale de mi boca el miedo que me traga la cara. Marcos tiene ojos grandes, cabello largo ondulado y algo rojizo que le cae sobre la cara. Lleva una barba dispareja de hace dias que le ayuda a mantener el estatus a su profesion, pero por lo demas no luce peligroso. Entre el tipo de gente que he llegado a conocer, Marcos es uno de los buenos. -Si lo que esperas es sentirte mejor sobre tu papel en el mundo con tan solo dedicarte a ver estrellas, pues puedes quedarte toda la siguiente noche a mirar y a seguir esperando. No vas a ver nada - le digo. El reloj nos dice que son pasadas las once y que la noche se puede poner mas oscura y fria. Marcos, asi como yo, mira hacia al cielo, con las manos en los bolsillos y emitiendo manadas de humo tibio por la boca. El no fuma. No se pueden ver las estrellas esta noche.
Quiza Marcos no siente el frio penetrante de media noche o solo aparenta fortaleza sobrehumana. El camina tranquilo sobre el prado, en tanto mi pellejo se aferra a mis huesos y mis labios se tornan morados y secos. Tiemblo y me muevo lo mas que puedo para generar algo de calor. -De las peores estupideces que alguien podria decirte es que ponerte a ver estrellas te va a hacer sentir mejor sobre algo, sobre ti mismo. - Le digo y tomo un trago de cerveza - Saca a algun viejo a la calle, a tu abuelo, a ver las estrellas y te va a decir que es la misma idiotez que ha estado viendo desde que era nino, cuando su padre lo golpeaba siguiendo la rutina y su madre con esa sonrisa en su rostro como si todo estuviera bien. Como si la gente no muriese de hambre afuera, ahogando a los bebes para que el tiempo nos los acabe despacio, mientras el resto sobrevive comiendose a los caballos. - Arrojo la botella vacia de cerveza a lo lejos y un sonido brusco nos dice que se ha destruido - Eso es lo que te va a decir, a no ser que le de una pulmonia o algo que les da a los viejos y se muera por el jodido frio, lleno de arrugas y con meados encima. -?Eso fue lo que te dijo? - pregunta Marcos, seco como siempre. Voltea a verme, se soba el rostro con los guantes negros que le cubren las manos y me mira. -?Que? ?Quien? - pregunto. -El viejo. El senor Casillas. -?Crees que Ramon Casillas me hablo sobre las estrellas? -Sobre la gente comiendose a los caballos en las calles. -No. No - Le digo - Eso me lo dijo mi abuelo.
Hace anos. Me conto que el mismo vio a varios hombres destrozando a un caballo en plena calle, al frente de su casa, llevandose pedazos de carne para alimentar a sus familias. Me dijo que vio a su padre entrar a la casa con las manos y la camisa llenas de sangre y viseras. Cargaban la carne en las manos porque no habia tiempo para ser mas discretos y menos salvajes; los estaban bombardeando en todo momento por esos dias. -?Y entonces que dijo el senor Casillas? Me giro esquivando la mirada de Marcos, negando con la cabeza. -Eres un hijo de puta, Marcos - digo con voz chillona. -Solo es una pregunta. Avanzo paso a paso hacia donde el prado es mas alto y abultado, donde hay mas hierba y basura, colillas de cigarrillo y mierda de perro. Marcos me sigue al mismo ritmo, mirando donde pisa. -Me dijo que yo era un buen muchacho. Me pidio un vaso de agua, se lo di y me dijo que yo era un buen muchacho. Que aun tenia futuro y todo eso. El viejo Casillas, como siempre, con la perfecta frase. -Como siempre. -Me mostro fotografias de su hijo y de sus nietos.
-?Y luego que paso? Me detengo y enfrento a Marcos. Saco el revolver de mi abrigo y lo peso en mi mano. -Paso que lo apunale en el vientre, dos veces. Y luego lo apunale en el costado, esperando que se desangrara mas rapido. No queria cortarle la garganta ni nada de eso. Marcos se queda callado, solo me mira a los ojos. El pelo le cae desordenado sobre la frente y hondea ante leves briznas de viento de media noche. Y yo le digo: -Deje que bebiera algo de agua. Solo quiso beber medio vaso, aunque sabia que era el ultimo. Se bebio solo la mitad. Deje que me dijera como se llamaba su nieto mas pequeno, y me contara sobre el. Y sobre la chica, su nieta, Alicia, o como se llame. Yo no tenia por que hacerlo, no tenia por que escuchar a ese viejo mafioso contarme sus cosas, pero lo hice, Marcos. Lo escuche. Y luego lo mate, pero eso no lo digo en voz alta.
Le entrego el revolver a Marcos y el lo toma inseguro. -Ve donde de Flora, dile que vaya a mi casa y que saque mis cosas, que las regale o que haga lo que quiera con ellas. Le deje una nota en la mesa de la cocina que solo ella puede leer. Olvide lavar los platos, asi que dile que me perdone. Hay dinero en el armario detras del televisor para pagar la renta. Toma. -Le entrego un pequeno papel con un numero - Llama a mi madre y dile lo que quieras. Dile... dile que estoy muerto, pero que no suene tan fuerte. Dile que la quiero y eso... Que la extrano. No la perturbes, Marcos. No tanto. No a mi madre. -No lo hare. -Bien. - Suspiro - Sabes que te pagaran por esto.
Marcos asiente levemente con la cabeza, sin abrir la boca. -Bueno. Entonces, eso es todo. -Eso parece. -Ve manana donde Flora. - Le repito. -Manana ire. -Bien.
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Relatos de mar y tierra
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