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Un acuerdo inconveniente (Match Point 2)
El ultimo riesgo (Match Point 1)
General
Sobre el escaparate del edificio se leen las letras <
Es una placa que dice: <
--?Como dice? Le hago un gesto para senalarle las cinco cartas que he dejado encima del mostrador de recepcion. --Llevais todo el verano enviandome cartas, mensajes y correos electronicos --le cuento--. No estoy interesada en vuestros servicios. No se como habeis conseguido mi informacion personal, pero teneis que eliminarme de vuestras listas de correo. Ya tengo novio, muchas gracias. Me doy la vuelta y me dirijo a la salida. --Espere. Habla mas bajo y con mas asertividad que antes. Puede que incluso con urgencia. Me vuelvo de nuevo. Ella me mira con confusion. --A ver, es que... no es normal. Coge una de las cartas que he soltado encima del mostrador. Lleva la manicura recien hecha. --No contactamos con nuestros clientes.
Nunca. Va en contra de nuestras... --?Leyes de privacidad? --le suelto--. Me da igual. Lo unico que quiero es que me dejeis tranquila, ?vale? Cuando estoy a punto de volver a darme la vuelta, se levanta de un brinco. --!No! --dice, ahora con una voz mas fuerte y aguda--. !Por favor! --Como si de pronto fuera consciente de lo raro que resulta su comportamiento, se vuelve a sentar con una sonrisa robotica --. Deje que ponga su nombre en el ordenador para averiguar que ha pasado. Asi podremos eliminarla de nuestra base de datos, ?de acuerdo? Suspiro. --Esta bien. Parece que se relaja un poco cuando empiezo a andar de nuevo hacia el mostrador. --?Nombre? --Lila Black. Las unas repiquetean contra el teclado al escribir mi nombre. Hace una pausa de unos segundos, arruga la frente y vuelve a escribir algo a toda prisa. Se queda mirando fijamente la pantalla con la cara completamente palida. Una expresion de sorpresa sustituye a la sonrisa falsa.
Y percibo tambien alguna emocion mas. <> --Senorita Black, tenemos un gran problema. Ha sido usted emparejada con... --Para de hablar y se muerde el labio--. Creo que... Creo que sera mejor que le aclare la situacion uno de nuestros agentes. Por favor, sientese, vendra alguien enseguida. --La verdad... La recepcionista levanta una mano y me hace un gesto para que me calle mientras pulsa un boton blanco en el interfono que tiene a su lado. Tras unos segundos, se oye una voz masculina amortiguada por el pequeno altavoz. --?Que ocurre, Crystal? --No parece muy contento. --Cal --responde--, necesito que vengas a recepcion inmediatamente. --Ya sabes lo que hay que decir, Crystal --contesta el--: no aceptamos clientes nuevos. La chica tose, un poco avergonzada. Se quita los auriculares y coge el receptor. --No se trata de eso --susurra--. Tienes que venir ahora mismo, en serio. Se oye un murmullo en el otro lado y Crystal cuelga el telefono.
Vuelve a aparecer la sonrisa robotica en su cara. --Uno de nuestros agentes la atendera enseguida. Estoy a punto de decirle que no quiero ver a ningun agente, que solo quiero que dejen de darme la brasa, cuando la puerta de cristal mate que hay junto a la recepcion se abre y aparece un chico joven que deduzco que es Cal. Es tan guapo como Crystal, con el pelo rubio impecable y los ojos de un gris plateado. Lleva un traje blanco y parece que tiene mas o menos mi edad: diecisiete anos. La verdad es que resultaria muy atractivo a quien le guste ese estilo. Para mi es demasiado pulcro. Mira molesto a Crystal y luego se fija en mi. --Lo siento --dice con desprecio--, no aceptamos nuevos clientes. --Si, ya me he enterado --digo apretando los dientes--, pero no he venido para apuntarme. He venido a decirles que dejen de molestarme. --Ven a ver esto, Cal --dice Crystal. Exhala profundamente por la nariz y se acerca al mostrador, inclinandose sobre Crystal para leer lo que hay en la pantalla. Se le ensombrece la mirada. El asombro se refleja en todos los rasgos de su cara, pero recupera la compostura.
--Asi que eres tu --dice finalmente--. De todas las chicas del mundo, tu eres su alma gemela. He de admitir que no me esperaba que fueses asi. Por favor, senorita Black, acompaneme, tenemos algo muy importante de lo que hablar. Su vida entera podria estar a... Crystal tose y le lanza una mirada de advertencia. El suspira. --Por favor, venga conmigo, senorita Black. Se lo explicare todo. Se da la vuelta y se dirige hacia la puerta de cristal. Considero durante un momento marcharme de alli, a pesar del asentimiento alentador de Crystal. Pero mi mejor amiga, Charlie, todavia no ha vuelto del campamento de periodistas, y James, mi novio, trabaja todo el dia en el restaurante. Asi que o entro, o me voy a casa sin ninguna esperanza de que la Oficina del Amor me deje tranquila. Ademas, odio admitirlo, pero me pica la curiosidad sobre quien es exactamente la persona de la que soy el alma gemela. --Esta bien --digo--. Pero, para que lo sepan, todo esto es muy raro.
Camino hacia la puerta, la abro y entro. 2 Tras la puerta hay una oficina inmensa y diafana. Predomina el blanco, como en la zona de recepcion, pero con unas columnas clasicas negras que llegan hasta el techo, y la pared izquierda parece un collage de caras, nombres y lugares unidos por trozos de cuerda rosa. Tras una arcada en la pared del fondo, solo puedo ver una estatua de piedra algo gastada de una mujer envuelta en una toga.
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El secreto de Stewart Match
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