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Las tres de la manana
El mar es la historia de tres hombres desesperados por encontrar a dos mujeres en peligro. Un magnifico relato sobre la brutal maquinaria de la mafia pesquera y el devastador efecto de la avaricia del hombre sobre el oceano.
Los ninos del rio
2019 JUVENIL
El mar es la historia de tres hombres desesperados por encontrar a dos mujeres en peligro. Un magnifico relato sobre la brutal maquinaria de la mafia pesquera y el devastador efecto de la avaricia del hombre sobre el oceano. Teresa, supervisora en un barco de pesca y encargada de controlar que se cumplan las prescripciones que dictamina la UE, desaparece sin dejar rastro. John Redner, tambien inspector de la UE y amante de Teresa, esta dispuesto a cualquier cosa con tal de encontrarla. Aunque para ello tenga que relacionarse con Ragna di Melo, una peligrosa activista medioambiental que ha elaborado y perfeccionado un arriesgado sistema para acabar con la explotacion maritima. El padre de Ragna, un importante empresario suizo, no esta dispuesto a que las actividades terroristas de su hija acaben con sus negocios, asi que decide viajar al sureste asiatico con la intencion de encontrar a su hija y para ello no duda en utilizar a Adrian, amor de juventud de Ragna. Todo estaba a oscuras cuando ella abrio los ojos. Percibio que estaba empapada de sudor, aunque al mismo tiempo tenia solo una vaga sensacion de su cuerpo. Cerro los ojos y volvio a abrirlos. Ninguna diferencia. Intento mover las piernas, luego los brazos, pero las articulaciones no le obedecieron. Entonces cobro presencia una vibracion que se fue extendiendo por su piel. Todo lo que habia a su alrededor se elevaba y despues descendia ligeramente. Intento mover los brazos de nuevo y esta vez si noto algo: primero, una resistencia y, a continuacion, un dolor subito que la forzo a permanecer inmovil de inmediato. <
Se te han quedado dormidos los brazos y la sangre comienza a circular de nuevo. Eso es todo>>. Pero eso no era todo. !Ni muchisimo menos! Espero y se puso a escuchar con atencion, esforzandose por distinguir cualquier clase de objeto en aquella oscuridad absoluta. ?Que le habia pasado? ?De donde procedia aquel zumbido, aquella vibracion? De pronto sono una especie de estampido y sin el menor aviso comenzo a oirse un chirrido, el grito prolongado de un ser sobrenatural. Ella se sobresalto y chillo; ahora un dolor recorria a toda velocidad su cuerpo, un dolor que no conocia ni era capaz de clasificar. Respiro con dificultad, intento mover al menos un poco los brazos y las piernas, ahora con un temor y una prudencia mayores, pero las ataduras eran implacables y le apretaban la carne con cualquiera de sus movimientos; la sangre se le estancaba y tenia la sensacion de que le estaban clavando agujas en los brazos y en las piernas. !La cena en la camara de oficiales! Era lo ultimo que recordaba. ?Cuanto tiempo habia pasado desde entonces? Un segundo fuerte estampido contra la pared hizo vibrar el lugar en el que ella yacia. !Bumm! El estomago se le contrajo instintivamente para compensar aquella sensacion de ascenso y descenso de su cuerpo en la oscuridad. Bumm. Bumm. La pared de acero situada tras su cabeza retumbaba. Aunque sabia que era inutil, intento enderezarse y alzo la cabeza todo lo que buenamente pudo a pesar de las ataduras. Poco a poco fue teniendo claro donde se encontraba: estaba en su camarote, en el casco del barco.
A sus oidos llegaron apagadas voces de ordenes. Luego oyo los estampidos y los retumbos de la maquinaria de un barco. <
Sin embargo, su voz se desvanecia con el chirrido estridente del exterior, que ahora pudo identificar con claridad. Era el aullido iracundo del metal restregandose contra el metal. Respiraba a sacudidas y tenia frio. Intento tranquilizarse, no moverse y ordenar sus recuerdos. Habia cenado con ellos; todavia se acordaba de eso. Por supuesto, habia percibido la animadversion de la tripulacion. Sus miradas. Sus comentarios. Pero estaba acostumbrada a esas conductas, que ya conocia de intervenciones pasadas. Ella se comporto como siempre, no reacciono a las provocaciones, ingirio su comida y se retiro a su camarote para clasificar las pruebas y escribir sus notas. ?Que habia sucedido entonces? Su estado de aturdimiento solo podia significar una cosa: !la habian anestesiado! ?Y despues? Tuvo nauseas y miro su cuerpo hacia abajo. No podia ver absolutamente nada, pero, con cada segundo que pasaba, la certeza iba perforando mas hondo en su interior. Percibio que hacia minutos que mantenia instintivamente los muslos prietos. Como si eso fuera a cambiar ahora algo. Sintio arcadas.
Las caras de los marineros iban desfilando junto a ella. Movio la cabeza de un lado a otro, con desesperacion, como si asi pudiera librarse de esas imagenes. ?Cuanto tiempo paso hasta que perdio la conciencia? !Las muecas de aquellos tios! ?Que le habian hecho? ?Fueron varios o solo uno? !Solo! ?Llevaba anestesiada horas o habian sido dias? No tenia nocion alguna del tiempo transcurrido. Tenia la garganta reseca y sentia ganas de vomitar. Estaba echada en un camarote sin ventanilla a bordo de un arrastrero, dos metros por debajo de la linea de flotacion en algun lugar del Atlantico Norte. Eso era todo lo que sabia con seguridad. Se le empezaron a contraer los muslos. Trato de relajarse y de pensar con claridad, pero no conseguia concentrarse. Se le escapo un gemido, tan desesperado e iracundo, tan extrano y desacostumbrado, que estuvo a punto de asustarse a si misma. Acto seguido, el panico se apodero de ella otra vez. !Las ampollas! Aunque era inutil, clavo la vista en la oscuridad e intento reconocer los objetos que habia sobre la mesita de la pared de enfrente del camarote. La distancia era escasa, habia poco mas de un metro de separacion entre la mesita y la litera sobre la que estaba tumbada, pero no podia ver nada. Le castaneteaban los dientes. El frio avanzaba lentamente por su cuerpo desnudo y el hecho de haber sudado antes con la manta aspera no hacia sino acelerar ahora el enfriamiento. Poco a poco fue recordando mas detalles.
La extrana sensacion que le sobrevino al regresar a su camarote. No se trataba de ningun cansancio normal. Penso en todo lo que le habian inculcado una y otra vez durante su formacion. <
Reunio saliva, la trago, respiro hondo y volvio a gritar--: !Eeeh! El ruido de fuera prosiguio sin alteraciones. ?Eran pasos lo que se oia en la cubierta? Oyo el traqueteo de un motor, posiblemente un torno de cable, pero ante su puerta no se movio nada. Iba a gritar de nuevo, pero se lo penso mejor. Quien entrara, fuera quien fuese, iba a verla asi. Desnuda. Violada. Se arqueo hasta que el dolor en las extremidades casi la dejo sin sentido. El frio, el dolor, el desvalimiento y la humillacion la paralizaron. <>. Un cabrestante traqueteo y se oyeron gritos y exclamaciones por todas partes. El mar de fondo debia de ser enorme, pues el barco se elevaba y descendia incesantemente. <
Desistio dos veces porque el dolor se estaba volviendo demasiado intenso, pero finalmente la punta de su dedo choco contra algo duro, una correa delgada que se le clavaba muy adentro en la piel y que estaba ligeramente ranurada. La palpo varias veces por encima y acabo abandonando con resignacion. Era inutil. Un agavillador de cables. No tenia ninguna posibilidad contra aquello. Jamas podria liberarse sin ayuda. Con los ojos abiertos por el miedo se puso a escuchar con atencion en aquella oscuridad impenetrable pero, minuto a minuto, con el ojo interior de la mente fue viendo con mas claridad lo que estaba sucediendo en la cubierta. La oscuridad le agudizo todos los sentidos. Conocia esos sonidos. Aquel ruido que se repetia con regularidad e iba acompanado de pequenas sacudidas que ella percibia en todo el cuerpo solo podia significar una cosa: el barco estaba admitiendo una carga. ?De quien? ?Por que aqui? ?Con esta marejada? A continuacion, oyo unos gritos. Aunque sabia muy bien que se hallaba completamente indefensa, le entro un panico de muerte. Oyo como se descorria un cerrojo y luego se abrio la pesada puerta de metal. No vio nada, una linterna enfocaba directamente a su cara y la deslumbro. --?Quien esta ahi? --exclamo intentando demostrar valentia, pero le temblo la voz.
La luz fue desplazandose lentamente por encima de ella--. !Tu,
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Una sentencia al corazon
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libro el martillo de las brujas